Esta mañana he leído en el periódico que ayer las
salas de cine se vieron desbordadas gracias a los precios ultrareducidos de “La
fiesta del cine”. Me parece normal porque a la gente le gusta ir al cine, pero
cuando la entrada cuesta unos 8 euros te lo piensas muy mucho, te lo piensas
hasta el día del espectador porque sigue costando unos 6 euros…
Nunca Jamás no es el sitio ideal para ir al cine,
porque a los precios desorbitados hay que sumar que no hay variedad: hay tres
salas y todas tienen la misma cartelera, la más comercial. No tengo nada en
contra de estas películas, pero hay muchas otras producciones que me gustaría
ver…
La verdad es que, al final, voy sólo a la filmoteca
y a los ciclos de cine; tanto por el precio como por los títulos, que aunque no
son estrenos siempre son bastante interesantes.
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