El gran hotel Budapest tiene todo lo que cualquier otra película de Wes Anderson: actores y actrices consagrados, fotografía y vestuario geniales que dan lugar a una ambientación perfecta, mundos que se aproximan a la realidad pero que al mismo tiempo están muy lejos de ella. Todo marca de la casa.
Y además, tiene humor, y mucho. Casi toda la película es, a mi juicio, una satira de algunos clichés sociales y de un puñado de películas históricas.
Altamente reconmendable.
PD: Me está costando horrores adaptarme a mi nuevo ritmo de vida, nunca había trabajado a jornada partida y no me deja tiempo para nada, a ver si me organizo mejor...
Ayyyy, qué ganitas. Voy a tener que esperar porque creo que a mi ciudad ni llegue.
ResponderEliminarBEsos.
Ojalá te equivoques y la pongan, todo el mundo debería tener la oportunidad de verla en pantalla grande.
EliminarMe muero de ganas por verla. ^-^
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