9/2/16

Cine de enero

Sin duda alguna esta es una de las mejores épocas para ir al cine por la cantidad de estrenos interesantes que se producen a la sombra de los Premios Óscar. Quería ver muchos de esos estrenos, pero no he sacado tiempo suficiente, así que espero poder hacer en febrero.
Por otro lado, en enero hay un pequeño festival cultural en Nunca Jamás, que siempre trae películas europeas muy interesantes. Y además están los Premios Goya, por lo que también hay algunos estrenos españoles dignos de ver.
Resumiendo, películas que he disfrutado en enero:

  
45 años, de Andrew Haigh (Gran Bretaña, 2015), protagonizada por una impresionante Charlote Rampling y un a mi juicio más comedido Tom Courtenay. Es una película bastante lenta, en la cual parece que no pasa nada. Pero la sutileza de los acontecimientos, el peso de los silencios, la sombra de los fantasmas del pasado y la inseguridad sobre la propia vida explotan de una forma aparentemente inesperada, aunque en realidad sea sólo el lógico final para esa situación.
Es de ese tipo de películas que mientras las veo no las disfruto especialmente, pero cuando reflexiono sobre ellas y las digiero me dejan un buen poso.



Mustang, de Demiz Gamze Ergüven (Francia y Turquía, 2015), cuenta la historia de 5 hermanas que viven en un pequeño pueblo turco con su abuela y su tío. Al principio, la vida parece sencilla y normal para ellas, pero la mirada del mundo adulto sobre sus actos inocentes las llevan a la represión y la reclusión.
Es una película tierna y divertida, pero el grueso lo conforman una reivindicación de los derechos de las mujeres y el profundo deseo de libertad en la elección de la propia vida, en la construcción de un destino.
Así que, película recomendadísima. Además este fin de semana se ha llevado un Goya, uno de los pocos con los que estoy de acuerdo.


Preciuos, de Lee Daniels (Estados Unidos, 2009), protagonizada por Gabourey Sibide; es un drama en toda regla, por no decir un dramón. La película hace que de verdad se te encoja el corazón, me generó muchísima angustia y desesperanza. Pero es que así es la vida de Preciuos: llena de graves problemas que parecen no tener solución. Y lo más increíble es que en ningún momento parece exagerada en todos los abusos, las injusticias, la degradación, el desprecio y el dolor que refleja; no cae en los estereotipos y todo es tan real que asusta.
No sé qué más decir de ella, porque me sigue dando un vuelco el estómago, pero creo que es una película imprescindible.


 La novia, de Paula Ortiz (España, 2015), protagonizada por Inma Cuesta, Asier Etxeandía y Álex García. Un ejercicio estético sublime, mágnifico, impresionante. La fotografía, los planos, la luz, el ritmo... Todo lo visual me enamoró por completo. Pero también tiene unas actuaciones que quitarse el sombrero, empezando por los protagonistas, los novios, y siguiendo con todo el reparto; eso sí Ález García me dejó más bien fría. Y luego está el símbolo, y el verso; ambas cosas perfectamente traídas al momento presente; y eso que yo ni he leído Bodas de Sangre ni conozco mucho la obra de Lorca; pero esta película lo pone fácil, y eso se agradece.
La han criticado por falta de profundida, por quedarse en una belleza superficial; pero donde otros ven defectos yo veo virtudes porque aunque me entró por lo ojos ahora tengo unas ganas de leer a Lorca
que nunca antes había tenído.
 
 
La chica danesa, de Tom Hooper (Estados Unidos, 2015), protagonizada por Eddie Redmaine y Alicia Vikander, me decepcionó un poco Yo esperaba enamorarme perdidamente de esta historiaa, pero no fue así. A mi juicio le falta chispa a la trama; y por otro lado le sobra mucha de la compasión y la fidelidad de la relación. Me gustó mucho más el personaje de Gerda que el de Einar-Lily, empaticé mucho más con ella, a pesar de que, como he dicho, se pasa de tonta... No la recomiendo para pagar una entrada de cine, pero igual para el domingo de sofá-manta-peli  puede estar bien

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