16/3/15

Máquina Hamlet (La desgracia de ser consciente)

En Hamletmachine, Heiner Müller, da una vuelta de tuerca al conocido personaje de Shakespeare para enfrentarlo a los problemas de la Europa de la década de los 70, y lo fractura para hacerlo dudar de sí mismo, igual que Müller duda de la estabildad de una sociedad construida sobre ruinas. Se trata de una reinterpretación llena de miseria y desesperación, con un mensaje muy potente "escondido" en sus monólogos.
En el montaje de Sennsa Teatro basado en Hamletmachine: "se presenta un mundo acabado, una sociedad en una decadencia sin límites. Los que fuimos Hamlet y pudimos pensar y actuar ahora somos desechos junto a los escombros de nuestras comodidades conformista y nuestras miserias consumistas. Cárcel. Los que fuimos o pudimos ser se pudre en el vacío de los tiempos, porque éramos y somos un mundo de muñecos, de locos, de borrachos y de muertos... Plastificados... Mientras, Ofelia, mujer, la verdadera víctima del soldado, de la máquina de escribir, de la violencia estructural, permanece abandonada a la deriva en el mar del tiempo".

La verdad es que todavía estoy en shock. Fui al teatro sin saber lo que iba a ver, y salí tan confusa e ignorante como a la entrada, pero con una bola enorme en el estómago que todavía estoy intentando digerir.
No es sólo que la temática sea compleja y dura, sino que la acción no está distribuida de forma, digamos, convencional; no se cuenta una historia como tal, más bien se hace una descripción de los hechos mediante una serie de mesajes llenos de desesperación, los cuales se van repitiendo (con el consecuente crecimiento de la angustia interior que siente el espectador, tengo grabados un par de ellos de lo más desconcertantes).
La puesta en escena es sencillamente brutal: danza-teatro de esa que te deja con la boca abierta. La mezcla que resulta de las interpretaciones (brillantes a mi poco entendido juicio, cada palabra tenía el tono adecuado para llegar a espectador), la coregrafía y el canto es increíble; y personalmente es lo que más me gustó. Además, para mí había cierto contraste entre la armonía que se creaba con el movimiento, y las caracterizaciones de los personajes, que eran muy desagradables.

Tengo la misma sensación que cuando vi La gran belleza.
Por si hay algún insensato en la sala, aquí dejo el montaje completo (no es lo mismo que en directo, pero).

 

Soy consciente de la escasa popularidad que tendrá esta entrada, pero necesito un sitio en el que volcar todas las ideas y las sensaciones de esa bola que se ha alojado en mi estómago, y este no deja de ser un espacio en el que comparto precisamente mis impresiones.

2 comentarios:

  1. Jajaja, ¡insensatez al poder! Yo es que para estas cosas soy muy simplita, ¿sabes? Fui a ver "La vida es sueño" y me encontré con un montaje moderno, yes que me despisto y no consigo conectar, :/

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    1. Jejejeje.
      Yo también he visto "La vida es sueño", pero en un montaje tradicional, sólo que el papel de Segismundo lo hacía Blanca Portillo; y la verdad es que me encantó.
      Pero Máquina Hamlet es totalmente diferente, y para mí, en cierto sentido, igual de atrayente, aunque no lo haya entendido por completo, pero había un mensaje bastante claro y una escena muy potente.

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