1/11/14

Fiesta del cine (español)

Igual que otros 2 millones de españoles aproveche los precios reducidos de La fiesta del cine para ver un par de pelis.
El lunes fue para La isla mínima porque le tenía muchas ganas desde que se estrenó. Lo primero de todo alabar la fotografía, y especialmente los planos verticales sobre las marismas del Guadalquivir que me dejaron sin aliento. Segunda mención para Javier Gutierrez, porque lo clava y te lo crees todo de él: que está arrepentido, que no lo está; que quiere redimirse, que simplemente hace su trabajo; que oculta su pasado, que no lo hace... Y así continuamente, porque como dice Boyero: "el demonio tiene anverso y reverso".
Justo antes de entrar a verla me dijeron que la están comparando con True Detective. Yo creo que hay tres similitudes: el escenario, la pareja de policías y los asesinatos de mujeres. Punto, todo lo demás es distinto; o sea, toda la trama lo es. Además, he leído por ahí que la película se rodó antes de que se emitiese True Detective.
La verdad es que es un películón, con todas las letras. Te mantiene alerta en todo momento, te hace darle al coco para  seguir los acontecimientos, te enamora con los planos, las escenas, los personajes y los diálogos; se acaba y tienes ganas de más.
El miércoles fui a ver Magical girl, básicamente por dos razones: José Sacristán y el pequeño homenaje al Maho Shojo. Éstas pueden parecer motivaciones un poco absurdas, sobre todo al tener en cuenta que no sabía absolutamente nada más de la película; pero es que son dos elementos muy ligados a mi infancia y que recuerdo con mucho cariño: primero, el personaje de Viviano en ¿Quién da la vez?, que despertaba en mí una mezcla de ternura y pena aún siendo tan pequeña y que todavía recuerdo; y segundo, Sailor moon y Sakura Card Captor, con los que estaba totalmente obsesionada.
En fin, después de este receso de morriña, decir que Magical girl te deja sin palabras, según la estás viendo, cuando se acaba y varios días después. El adjetivo que mejor la define es perturbadora, sin ninguna duda. Y, además, es de esas películas, que cuando las has reposado te das cuenta que son una obra maestra (esto también me pasó con La gran belleza), porque según las ves no te da tiempo a ir asimilando la magnitud y el alcance de la historia.
Seguramente Magical girl no guste a todos, pero sí a quienes disfruten de historias y tramas diferentes y de una forma de hacer cine personal y particular que se aleja de lo que normalmente vemos. Esto no lo digo por hacerme la interesante, ni mucho menos; sólo para recalcar que seguramente no sea una película pensada para llenar las salas de cine, y voy a dar un dato: en Nunca Jamás (que creo que ya he dicho que es una ciudad pequeña que cuenta con tres cines multisala), sólo la han puesto en uno de ellos y exclusivamente los tres días de la Fiesta del cine.
En cambio, La isla mínima, sí que es de las que llegan a todos los públicos, de las que permanecerá en cartel varias semanas y de las que mucha gente va a disfrutar. Gracias a ellas la población volverá a reconciliarse con el cine español (y yo me pregunto hasta cuanto durará esta reconciliación y cuando vendrá el amor verdadero, pero bueno).
A mí me han encantado ambas.

2 comentarios:

  1. Lo de comparar La Isla Mínima con True Detective no creo que sea negativo. Lo cierto es que me lo ha dicho mucha gente, que tiene un aire. Y eso no es malo.

    Yo tengo muchas ganas de verla.

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    1. Tienes razón, la comparación no es mala; pero es que hay voces que dicen que Alberto Rodríguez ha copiado a Nic Pizzolato, y eso ya no me gusta tanto; seguramente no me he explicado bien.
      A ver si te gusta cuando la veas :)

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