Algo de razón tiene los que dicen que
españoles e italianos somos primos hermanos, aunque yo no me atrevería a
acercarnos tanto, creo que sí que somos los que más nos parecemos dentro de la
gran familia europea; y me doy cuenta cuando hablo.
En español suelo usar un montón de frases
hechas, imagino que como casi todos porque la lengua y su uso coloquial se
prestan a ello. Con las pocas palabras de estas expresiones se dice mucho, y a veces ni siquiera hacer falta terminar la frase. Pues en italiano también, las hay a patadas y, lo más curioso,
es que algunas son exactamente iguales. Por ejemplo:
Avere la testa nelle nuvole – tener la cabeza en
las nubes.
Meglio tardi che mai
- mejor tarde que nunca.
Chiudere il becco – cerrar el pico.
También las hay esencialmente iguales, pero
que cambian en alguna palabra, sutiles diferencias:
Parlare alle spalle – literalmente, hablar a los hombros; que
nosotros diríamos hablar a la espalda.
Gli manca qualche rotella – literalmente,
faltarle una rueda; osea, faltarle un tornillo.
Avere la pelle d’oca – literalmente, tener la piel de oca;
para nosotros, de gallina.
A este punto no podían faltar los “falsos
amigos”:
Fare l’indiano – no equivale a “hacer el indio”, sino a
hacerse el sordo.
Guardare dall’alto in basso – no significa “mirar
de arriba abajo”, sino mirar por encima del hombro.
Y como colofón final, la que yo creo que es la
expresión por excelencia, la que más se usa:
In bocca al lupo! – buena suerte; a lo
que hay que responder: crepi!
*En la foto, Madamede Meuron.
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